"No estoy segura si alguna vez me amó, nunca sabré si estuve en su mente antes de dormir, no sé si en su soledad lo abrigó mi recuerdo, sé que nunca sabré si alguna vez, mi recuerdo le sacó una sonrisa, sé que todas esas dudas nunca las aclararé, sé, que nunca sabré si fue real… pero sé que yo lo amé.
Lo amé y me amé, pues él me enseño el amor, me enseñó mi corazón, y que es más que un órgano, me enseñó a demostrar mi amor, y recuerdo ese último día en que dijo que le había enseñado a caminar mirando el cielo.
Aprendimos, de nosotros aprendimos, en un capítulo de nuestras vidas aprendimos del otro, aprendimos de las miradas, aprendimos de nuestra inocencia, y me enseñó cosas, que sin él, sin aquellas causas de la vida, que me llevaron a conocerlo, no sé si habría conocido.
En aquellos meses, ¡Dios cuanto viví!, toqué el cielo, y salté en las nubes, conocí el idioma de una mirada, y la fuerza de un abrazo, conocí el sabor de tomar su mano, entendí lo que es caminar en las nubes, y muchos días sentí que andaba de cabeza, pero otros muchos días, también conocí el infierno, conocí la tortura, y viví en la incertidumbre… fui feliz, fui inmensamente feliz, viví tanto en meses, viví de aire y viví de amor, ¿si él me amó?, nunca lo sabré, sin embargo quiero vivir creyendo que si lo hizo, pues me hace sonreír el simple hecho de creerlo."
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