Luego del fin de semana he subido 500 gramos, pero sé que es sólo retención de líquidos, así que estoy tranquila. He despertado con ansiedad, pero sé que si me resisto luego todo termina en atracones, y no me da uno hace mucho tiempo, y hace mucho tiempo también no sentía esta ansiedad, supongo que es por la universidad. En fin, lo que hice fue pensar en lo que quería comer, pensé en porqué estaba con tanta ansiedad, puede ser la universidad, que me vaya a llegar la regla, aunque ando tan irregular que no es seguro, así que me serví lo que mi cuerpo me pidió, un pan con mayo (lo sé, demasiado asquerosa y gorda) una galleta tritón, un brownie, una barra de chocolate (6 cuadritos) y dos tazas de te con 2 cucharadas de azúcar cada una.
Luego sentí ganas de vomitar, pero eso sería volver a caer en el círculo vicioso de "comer mucho"-porque no lo considero atracón, no comí sin perder el control, lo tomé con calma, pues es como quiero reaccionar ante estas situaciones - y luego vomitar, no quiero volver a eso.
Quiero bajar de peso, sí, quiero comer poco, sí, pero si me da ansiedad y me dan ganas de comerme el mundo, sé que si me digo que no, y me enojo conmigo misma por sentir eso, me comeré este mundo, Marte, Venus, Júpiter, el Sol y la Luna, así que prefiero comerme sólo una isla de este mundo.
Creo que lo manejé bien, así que me siento orgullosa.
Mi meta para ésta semana, como ahora tengo pesa, es llegar a 61,5. Quiero ponerme metas fáciles, posibles, para luego no frustrarme.
También no soy de las que me obligo a no comer un alimento, porque es lo mismo que con la ansiedad, si me digo que no, más lo quiero, así que si lo quiero, lo como, pero sé que luego, a la siguiente comida tendré que comer menos. Aunque con el tiempo ya me han dejado de llamar la atención algunos alimentos, por ejemplo la pizza, las papas fritas, ya no tomo mucha bebida, y así, con otros alimentos. Veo la grasa en ellos, el azúcar en las bebidas y como se depositan en mí, como me inflan, como entran, y odio esa sensación, así que tomo juguitos livean o a veces con azúcar, y agua. Lo que aún no dejo por completo son los galletones, brownies, o cosas que mi mamá compra para la colación, pero no lo como todos los días.
No me restringo, pero de a poco he aprendido que esos alimentos me hacen daño, me engordan, y que no los quiero, por decisión, no por obligación a dejarlos de comer.
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